miércoles, 29 de noviembre de 2017

Malhumorada

Hoy ha sido uno de esos horribles días en los que solo tienes ganas de gritarle a todo aquel que se te para en frente. Lo peor del caso es que no bastaba con que yo no me tolerara ni a mi misma, sino, que todos los que me rodeaban parecían haberse puesto de acuerdo para sacarme de quicio.

Yo entiendo que cuando estoy de mal humor me vuelvo susceptible a que todo me enfade pero en verdad hoy no era solo eso... simplemente el mundo se alineo para que todo me saliera mal y para que la gente este más lenta y caprichosa que nunca.  

Puede que este hablando con el hígado y que mañana todo esto me parezca una tontería pero en verdad, al menos hoy, solo quiero patear todo lo que me rodea. Si mañana amanezco igual, me he prometido a mi misma ponerme un letrero en la cabeza que diga: CORRE LEJOS, ESTA MUJER ESTA LOCA. 

Creo que lo mejor en esos casos para mi es respirar lento y con frecuencia y para los demás, simplemente alejarse lo más que puedan.

jueves, 23 de noviembre de 2017

¿Libertad de Expresión?

Con el paso de los años las personas hemos aprendido a tergiversar las opiniones de los de demás, volviendo frases inocentes en ataques directos. Últimamente las personas se han otorgado a si mismas la potestad de juzgar las opiniones de los demás como buenas o malas, de esta manera, tienes que cuidar todo lo que digas porque sino... serás tildado de retrograda, de liberal, de machista, de feminista....

Nos hemos autodenominado victimas y estamos a la espera de que un ingenuo diga una palabra que no nos gusté para atacarlo y decir que nos menosprecia o que nos ofende... creo que deberíamos empezar a tomar las cosas más deportivamente, osea, no todo el mundo busca atacar a los demás y nadie tiene derecho a decirle a las otras personas que deben o no pensar.

El derecho a la Libertad de Expresión no solo nos permite decir lo que pensamos, sino, nos obliga a respetar lo que los demás piensen. Todos somos libres de decir nuestra opinión sin que por ello debamos aceptar ser juzgados y ser obligados a pensar otra cosa. Mientras nuestras ideas no lastimen a nadie, pues pensemos lo que nos parezca mejor y dejemos de andar juzgando al resto...

A unos pasos de mi casa

Estaba a dos pistas y un jardín de llegar a mi casa, realmente deseaba llegar a mi casa desde que salí de ella. Estaba por cruzar y, como la buena peatona que soy - cuando no estoy apurada o molesta - mire por si venía carro. Y una señora rebuscando entre la basura llamo mi atención, todos los vecinos siempre se quejan de que al dejar la basura en "el sitio de la basura" para que la municipalidad lo recoja, mucha gente con "ganas de joder" rompe las bolsas y deja todo tirado. Supongo que fue uno de esos vecinos el que se acerco a esa mujer y le empezó a recriminar que estuviera revisando su basura. 
La mujer de la que les hablo tendría aproximadamente 60 o 70 años, estaba protegida solo con una mascarilla blanca. Aunque no veía bien su rostro, los gestos que tenían era de vergüenza , cruce la pista rápidamente con ganas de intervenir, pero no fue necesario. La señora le mostró a aquel vecino que ella no había dejado tirado nada y que había envuelto todo tal cual estaba, posterior a eso ella le dijo: "Si tuviera que comer, no estaría aquí. No busco desordenar su basura, solo busco un medio para sobrevivir". Ese hombre quizá por orgullo - pues no encuentro otra razón - le dijo que buscara en otro lado. 

Me fui a mi casa con un vacío en el pecho, sintiendo ganas de ayudar pero sin saber como. Creo que todos estamos tan acostumbrados a buscar nuestro propio bienestar que eso nos vuelve insensibles e indiferentes a la vida de las demás personas. Caminamos todos lo días viendo como la gente sufre o pide ayuda y no nos detenemos a pensar de que forma poder ayudarlos. No juzgo a nadie, también yo lo he hecho, pero debemos cambiar.

Ahora, no digo que todos nos volvamos santos, claramente eso es imposible. Pero creo que ser tolerante, paciente o caritativo de vez en cuando no estaría mal, quizá no salvemos el mundo pero le estaremos dando a esa persona a la que ayudamos un momento de felicidad y creo que eso ya es bastante. Cada quien puede verlo como quiera, pero lo que es yo, me voy a dormir con la sensación de que mañana espero no ser ese vecino insensible, sino, ser esa clase de persona que va por la vida dando la mano.